La Miopía: El Defecto Visual Más Común
La miopía es el defecto refractivo más frecuente, con diferencia, sobre los demás errores de refracción que afectan a la población mundial. De hecho, se estima que para el año 2050, aproximadamente la mitad de la población global será miope, convirtiendo esta condición en una verdadera epidemia visual de nuestro tiempo.
¿Qué ocurre en el ojo miope?
El ojo miope presenta una característica anatómica distintiva: es mayor en su eje antero-posterior que el ojo normal. Esta elongación del globo ocular provoca que los rayos luminosos converjan antes de llegar a la retina, formando la imagen por delante de ésta en lugar de directamente sobre ella. Como resultado, la visión de objetos lejanos se percibe borrosa, mientras que la visión cercana suele mantenerse nítida.
Corrección óptica de la miopía
Para corregir este defecto visual, se requieren cristales divergentes o negativos (con potencia dióptrica negativa) que tienen la función de «alejar» la imagen hacia atrás, permitiendo que los rayos de luz converjan exactamente sobre la retina y logrando así un enfoque visual óptimo. Estas lentes pueden ser utilizadas en gafas, lentes de contacto o, en casos apropiados, mediante cirugía refractiva.
Síntomas y detección temprana
Los pacientes miopes suelen experimentar dificultad para ver la pizarra en el colegio, señales de tráfico, rostros a distancia, o la televisión desde el sofá. Es fundamental realizar revisiones oftalmológicas regulares, especialmente en niños y adolescentes, ya que la miopía tiende a progresar durante el crecimiento.
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